De un tiempo acá así lo he sentido, usted hace cosas que parece disfruta y tal vez no lo hace con dolo o alevosía, pero si fuéramos tan buenos amigos como dice, evitaría hacer cosas que me incomodan e incluso me duelen.
Tal vez disfruta el hecho de saber que cuenta con dos personas que le aman profundamente (para mí en su lugar sería un placer sin duda) y a veces creo que usted abusa de ello, de que se le ame demasiado y hace y dice cosas sin pensar en el otro. Usted no actúa de manera inconsciente, sabe muy bien mis sentimientos hacia usted y sin embargo sigue ahí y le creo sus sinceros sentimientos que le motiva a seguir ahí, pero a veces empiezo a amarle cada día un poco menos, me imagino que es lo que usted espera, que me desilusione poco a poco, que me duela cada vez más verle con otra persona y le olvide para siempre, por mi parte no se preocupe, desde hace mucho tiempo me di cuenta que esa batalla ya estaba perdida o incluso desde que la empecé.
Bajas y abyectas pasiones revuelven mis entrañas al ver ciertas cosas, pero resisto, no me derrumbo aun que por dentro quisiera correr, gritar y revolcarme, pero ante todo soy, lo que algunos dicen, un caballero.
El silencio que invade mi ser es lo único que me queda y es lo único a lo que me tengo que resignar.
Su estupidez es infinita y eso me embriaga de coraje y hace preguntarme, ¿Cómo alguien puede rechazar un amor tan desbordante que le ofrece otra persona? lo que le he compartido de mi no es nada si hubiera aceptado que estuviéramos en otras circunstancias; mi capacidad de amar se hubiera exhibido al máximo, se lo aseguro; pero ¿Qué recibí? un rotundo no, recibí pan, cuando mi ser pedía agua para calmar mi sed y estúpidamente con eso me conforme.
A veces creo que lo hizo por compasión, así lo sentía en su mirada, como decir: "no puedo dar esto, pero doy esto otro para no verme mal agradecido de lo que recibo"
Es usted buena persona, que de eso no le quede la menor duda, mi concepto de usted no ha cambiado con el paso de los años y al son de su armoniosa voz sucumbo inmediatamente, no lo puedo ocultar ni lo voy negar es usted mi debilidad.
Debo empezar a amarle un poco menos cada día, para que esos días se traduzcan en semanas y estas a su vez en meses y estos en años, hasta que ya no le ame completamente; disculpe si sueno egoísta pero es por mi bien y salud emocional y creo que el suyo también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario